28.10.08

Feliz Navidad, y eso.

Pues nada, que feliz navidad y porrómpero año nuevo, y todas esas cosas repletas de buenos deseos que se dicen y que luego ni feliz la navidad ni próspero el año nuevo ni gaitas en vinagre, que entre que uno tiene que gastarse lo que no está en los escritos en regalitos y licores y de todo, y que nos inflamos como globos a comer dulces y comidas de esas que se hacen sólo en los finales de año y que, seamos sinceros, una de ellas serviría por sí sola para alimentar Etiopía durante una década, pues entre unas cosas y otras, decía, al final las puñeteras fiestas nos dejan con el culo económico al aire y la úlcera supurando, ambos dos durante unos mesecitos. Y menos mal que esto navideño sólo dura unos días, ¿no?, unos pocos, poquitos, como dos semanas a lo sumo, ¿no?

Pues no.
Una mierda va a durar unos días.
Que hoy es 28 de Octubre, joer ya, un poco de piedad, oigan, y ayer 27 me topé con un Madrid desconocido, sus arterias principales todas toditas engalanadas con las iluminaciones navideñas preparadas para iluminar con esa voluptuosidad incompresible, que es lo suyo, y los cortingleses petadas sus fachadas de acebos navideños y marionetas de críos felices desocupados. Dos meses antes de cuando toca, por dios, dos meses enteros de saturación televisiva con anuncios de juguetes a saco, dos meses de pasear por los supermercados y ver más y más turrones cada año compuestos por ingredientes más bizarros, no sé, como chocolate de la Alcarria con anchoas, dos meses de sonreír, oigan, qué bien, venga a cuento lo de sonreír o no venga a cuento, dos meses de consumismo desaforado y feliz. Para que luego digan que no somos esclavos, y de segunda.

Y menos mal que al gordo de rojo aún no lo he visto, porque ése ya me pone de los nervios. Aunque, para qué voy a engañarme, seguro que el joputa ronda ya por aquí. Idea suya debe ser todo esto, para hacer el Agosto en Diciembre.
Qué digo en Diciembre, en Octubre.

Feliz Navidad, cagontó.