5.11.07

Fantasía Heroicoandalusí




Pues nada.
Recogiendo el guante del maestro Marín, donde Crisei, ya saben, en los enlaces al fondo a la derecha (u en el comentario 41 de aquí), y un poco más en broma que en veras, me ha dado por escribir esto para los amigotes donde se narran los inicios del camino que cuenta cómo un cafre como Torreox de Gádir acabó alzándose por sobre los tronos de los antiguos y se hizo Rey por méritos propios. O sea, como Conan el Bárbaro pero de aquí, oigan, que la vida era dura en las acaloradas tierras fenicias del sur, cuando los hombres comían lo que podían y las mujeres, bueno, las mujeres se paseaban con biquinis de piel de toro a lo sumo, que es lo que toca en toda fantasía heroica que se precie, sea patria o no.

"Cagon los cuernos de Baal, cagon el coño pelúo de Astarté, cagon to ya, joer, con el jartible del troll de las cavernas con que llevaba lidiando desde las tres de la mañana, que vaya horas para ir jodiendo la marrana. Dos metros y medio de troll de las cavernas en todas las direcciones, lo ancha que debió quedar la madre que lo cagó, y al picha no había por dónde darle matarile: dos horas, dos, llevaba ya Torreox el Cafre dándole al hacha, y eso que era una de las gordas, de combate, vaya, afiladita con primor por los dos lados cada noche al pairo, cuando Torreox no pillaba cacho con las veteranas del amor alquilado en alguna aldeúcha de las cercanías de Gádir. Dos horas y nada, ni un miserable cardenal, el hacha mellándose y los músculos de ambos brazos de Torreox, biceps se llamaban aún entonces aunque El Cafre no tuviera pajolera idea ni le importara un pimiento saberlo, andaban ya entre agotados y reventados, al límite de su resistencia y rezando a Melkart, otro jartible ya puestos, para que amaneciera de una puta vez y al Troll de los huevos le diera por convertirse en piedra pa cagársele encima, de recuerdo, y no sólo en sentido metafórico".

Extracto del inicio de "Torreox El Cafre y las grutas de Melkart"

Que a lo mejor sigo y todo...

(Y que no se me olvide, la imagen pertenece al gran dibujante Víctor Santos, amiguete del que suscribe, y todos sus derechos son, eso, suyos. No tiene nada que ver con la cosa de Torreox, ni mucho menos, pero al tipo sólo le falta ser moreno para dar el pego...)